Gritar es lo que quiero. Decir al mundo que estoy aquí. Hacerme notar, no por lo que me gustaría ser, sino por lo que verdaderamente soy y seré.
El sueño llega a su fin. Mi corazón se cansa de esta farsa. El show pronto concluirá y las máscaras serán arrebatadas a sus dueños para mostrar una faceta cuanto menos tenebrosa.
Y ahora...el sueño ha acabado.
La verdadera partida de ajedrez que es mi vida no ha hecho más que comenzar.
Yo soy el Rey y estos son mis peones, no dispuestos a morir en mi nombre, pero si viables para ser sacrificados por mi en mi nombre, de forma egoísta. Pues yo y solo yo soy el dueño de mi vida y lo más importante para mi.
Suena dantesco, lo sé. Pero este es mi momento, mi puta vida, la única que tengo, y se me acaba el tiempo.
¿Dónde estará mi reina cuando más la necesito? El enemigo avanza y yo estoy rodeado de idiotas.
Tengo las de perder, soy consciente de ello, pero los retos siempre me sedujeron de forma descomunal.
Podría decirse que me excita lo peligroso y difícil. Si es ilegal, más.
Tengo ganas de acción, de sangre. Ahora que mi reina no está aquí para controlar a la bestia, soy libre.
Disfrutemos de esta utopía llamada libertad de la que disponemos en esta jaula de oro.
Empieza la partida.
lo ame, estupendo pensamiento.
ResponderEliminar